sábado, 19 de marzo de 2016

Juego de Tronos: El Muro

Apuntes de JUEGO DE TRONOS: EL MURO


Aprovechando que esta semana ha aparecido el nuevo tráiler de la próxima temporada de "Juego de Tronos", vamos a inaugurar una nueva sección que sirva para englobar apuntes más detallados sobre temas relacionados con lo que aquí tratamos generalmente: el Cine y la ficción audiovisual. Hoy para empezar traemos a la mesa una reflexión sobre uno de los aspectos más fascinantes de esta serie y saga literaria: el Muro.

Antecedentes

 

El Muro es sin duda uno de los símbolos más representativos de la saga "Canción de Hielo y Fuego". Esta colosal muralla de piedra y hielo evoca el lado más fantástico de la obra, allí donde convergen la leyenda y la historia desde hace milenios. Y es también la frontera física y psicológica de los Siete Reinos. Su poder evocador lleva a la mente del espectador aquellas barreras míticas de la Historia, como el Muro de Adriano o el Rin, que separaban la civilización de los bárbaros, lo conocido de lo desconocido. Y lo que se desconoce infunde temor en el hombre. George R. R. Martin habría de inspirarse en ellas para construir un mundo que nos resulta familiar y a la vez lejano, porque no deja de ser una Europa medieval poblada de elementos sobrenaturales. Para comprender plenamente el significado de esta construcción, conviene bucear en la propia historia de Poniente, donde se nos cuenta (sobre todo en los libros, no en la serie), que hace milenios las dos razas que habitaban el continente, los Hijos del Bosque y los Primeros Hombres, tuvieron que hacer frente a una temible invasión de criaturas procedentes de los confines septentrionales: los Caminantes Blancos. Con ellos llegó la oscuridad, el frío y una guerra prácticamente imposible de ganar. Pero gracias a la unión de fuerzas se consiguió derrotar finalmente al invasor y se erigió el Muro para defenderse en el futuro. Una protección no solo física, sino también mágica, aunque su verdadero legado se haya perdido a través del tiempo. Tras miles de años, la memoria de los hombres ha convertido los hechos en cuentos para niños. La Guardia de la Noche, la importante orden militar cuyo fin era vigilar y cuidar la muralla, no es más que una sombra de lo que fue. Pero lo peor de todo es que Poniente ha olvidado para qué fue construido el Muro. No para defenderse de los hombres del otro lado, llamados salvajes, sino para servir de escudo cuando llegase la hora de una nueva invasión. Y ese día ha llegado. Los Otros han emergido de las tierras heladas una vez más.

La guerra de los Stark

 

Son multitud los personajes y tramas que pueblan esta gran novela río, y por ende la serie. "Juego de Tronos" es una magnífica combinación de épica medieval y fantasía, donde los elementos mágicos son suministrados con cuentagotas y tan solo son percibidos como los restos de una época remota. Los Stark participan en numerosas tramas, pero hay dos personajes que son clave en la vertiente fantástica del relato, aquella que entronca directamente con la historia del Muro y la guerra que está por venir. Decimos que está por venir porque ahora mismo tanto los espectadores como los lectores hemos llegado al mismo punto de la historia. Hasta que la nueva temporada no vea la luz y George R.R. Martin no termine el próximo libro, "Vientos de Invierno", lo único que podemos hacer es especular. Pero eso sí, con fundamento y cargados de razones. 

El Tullido

 

En la confrontación con las hordas de los no-muertos y los Caminantes Blancos un papel central va a recaer en Bran Stark, el pequeño muchacho de las piernas inmóviles. La historia de Bran es probablemente la más peculiar de la saga y no es casual que gane muchos enteros en los libros con respecto a la televisión. Esto es debido a que los sueños, las visiones y los pensamientos internos forman parte esencial de su trama, lo que dificulta enormemente plasmarlo en un medio tan dinámico como la televisión, donde se necesita rapidez. Los libros tienen  por el contrario una estructura narrativa que permite sumergirse de lleno en ese mundo en el que el joven Stark habla en sueños con el cuervo de tres ojos, donde cambia la piel por la de su lobo, donde bucea en sus pensamientos. Bran es un tullido, un marginado que abandona las ruinas de su hogar para marchar en dirección al Muro y más allá guiado solamente por lo que le dictan sus sueños. Tras el descubrimiento que hace bajo el enorme arciano norteño, podemos estar seguros de que a través de Bran habremos de ver y oír lugares y épocas remotas gracias a los árboles y los demás seres vivos. Será los ojos y los oídos de su hermano Jon y el enlace temporal con aquél pasado donde puede esconderse la clave de la victoria. Bran Stark no volverá a andar jamás, pero podrá volar.

El Bastardo 

 
Si Bran Stark va a ser un héroe más psicológico que físico, su hermano bastardo Jon Nieve está destinado por el contrario a desempeñar un papel bien visible en la guerra contra los Caminantes Blancos. Y eso que hasta ahora Jon ha estado viviendo en los bordes de la marginación, tanto por su condición oficial de hijo no  legítimo en Invernalia como por la propia naturaleza de anonimato que impera en el Muro. Su unión a la Guardia de la Noche ha sido el nexo que ha permitido al lector conocer los pormenores de esa institución decadente que resiste con un puñado de hombres el paso del tiempo y que ya no recuerda siquiera quién es su verdadero enemigo. El misterio que envuelve a las tierras de más allá del Muro va revelándose por capas como una cebolla y Jon está ahí para mostrarlo junto a su inseparable lobo huargo Fantasma. Ahora que yace inerte sobre la nieve del Castillo Negro (era un comandante destinado a ser breve) muchos asumen que está muerto. Efectivamente. Pero en un mundo en el que los viejos poderes durmientes de la magia comienzan a despertarse, podemos estar seguros de que Jon volverá a levantarse gracias a la sacerdotisa roja Melissandre. Y que habrá de comandar la lucha que está por venir seguido por el Pueblo Libre y probablemente por las tropas del Norte fieles a la Casa Stark. Y ese es otro tema. Porque pronto habremos de ver confirmada la teoría más popular de la saga, aquella que remite a los progenitores de Jon mediante la ecuación R+L=J. A buen entendedor, sobran las palabras. 

Conclusión

 

No podemos saber los caminos que tomarán la serie y la novela, tan solo intuirlos. Ambas se resentirán de las cuestionables decisiones tomadas por George R. R. Martin a partir de "Tormenta de Espadas" y que tanto han lastrado e hipotecado las tramas principales. A pesar de ello creo que el hilo vertebrador de la historia resistirá. El que podamos ver una resolución coherente y satisfactoria a la historia del Muro es algo que habrá que esperar. Eso sí, la ilusión de los seguidores seguirá permaneciendo hasta entonces fuerte como el acero valyrio.

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