domingo, 6 de enero de 2013

King Kong

Comentario de KING KONG














Para comenzar con buen pie el presente año del 12+1 vamos a dedicar la entrada de hoy a uno de los mitos cinematográficos por excelencia, el gorila gigante King Kong. Bien es cierto que el primate en cuestión ha tenido varios remakes, como el de 1976 protagonizado por Jessica Lange y un melenudo Jeff Bridges o la reciente versión de Peter Jackson en 2005. Sin embargo en el tema de los remakes nuestra filosofía es que si la película original era buena lo mejor es dejarla en paz. Así pues nos quedamos con el King Kong de 1933, tanto por su incuestionable papel en el imaginario colectivo de los espectadores como por el encanto artesanal que transmite. Viéndola hoy aún asombra el altísimo nivel que consiguió en el campo de los efectos especiales con maquetas, superposiciones de planos y sobre todo con la técnica de animación stop motion, con la que se mueven Kong y todas las bestias de su isla. La cinta es un prodigio técnico teniendo en cuenta lo laborioso de la animación fotograma a fotograma y las dificultades para ensamblar de forma coherente la parte real (los actores) con las creaciones visuales. Por ello King Kong es una gran película en la que los efectos especiales están al servicio de una historia y no a la inversa, como lamentablemente suele ocurrir hoy en día. Aunque su trasfondo dramático no está muy desarrollado en el guión, la cinta es también un claro ejemplo de la atracción que a veces ocurre entre la bella y la bestia.

King Kong es en realidad la crónica de un rodaje que no puede llevarse a cabo por causas de fuerza mayor, nunca mejor dicho. El ambicioso productor de cine Carl Denham (Robert Armstrong) busca a una joven actriz para protagonizar su próxima película de aventuras, una cinta que está convencido que le catapultará a la gloria absoluta. Tras fichar a la bella Ann Darrrow (Fay Wray) el productor recluta a una tripulación y parte con todo el equipo a bordo de un barco rumbo a  los mares del Sur. El destino es la Isla Calavera, un lugar que no figura en las cartas de navegación pero cuya posición Denham ha obtenido a través de un marinero que le vendió el secreto. Según numerosas leyendas esta isla está habitada por criaturas antediluvianas, las cuales Denham quiere incluir en su cinta para asombrar al mundo. Al llegar a la isla la tripulación descubre que una parte del lugar está habitado por una tribu salvaje que rinde culto al dios Kong. Su poblado está rodeado por una gran muralla de madera que los protege de las bestias del interior. Cuando los salvajes descubren al equipo de rodaje deciden secuestrar a Ann para entregarla a Kong como sacrificio, seguramente pensando que al ser una mujer exótica (rubia y de piel blanca) el dios Kong se sentirá agradecido. Cuando el gorila gigante aparece resulta que le coge cariño a la muchacha y en vez de zampársela se la lleva a su guarida para cuidar de ella. La chica no está muy por la labor pero solo puede esperar que sus compañeros vayan a rescatarla de la temible bestia. Peligros de la profesión, ya se sabe. 

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Ficha técnica y artística

King Kong. EEUU, 1933, 100 min.

Dirección: Merian C. Cooper & Ernest B. Schoedsack

Intérpretes: Fay Wray, Robert Armstrong, Bruce Cabot

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Crónica de Atticus Finch



















Pulsa en la pantalla para ver una escena de "King Kong"

5 comentarios:

jaal dijo...

A un chaval de instituto le pones a ver esta película y se troncha de la risa al compararlo con lo que puede ver en cualquier sala de cine hoy. Hace falta tener cultura cinematográfica o simplemente curiosidad para valorar esta película de la forma que lo haces. El chaval del instituto me imagino que todavía no se le ha pasado la risa.

Saludos Cuttlas.

El Bueno de Cuttlas dijo...

Hola Jaal, sí, la verdad es que para la gente que no valora estas cosas les puede dar risa ver al Kong de 1933. Pero la clave es esa, que esto se hizo hace ochenta años, tan solo un lustro después de que surgiera el cine sonoro. También pasa en todas las artes, en la pintura, la música, la literatura... Para valorar algo siempre hay que tener en cuenta el contenido y su circunstacia, en este caso el momento histórico en que se hizo.

Un saludo

Enrique Hormigos dijo...

Efectivamente.

Hace un par de veranos programaron esta película en un ciclo veraniego al aire libre y me llevé a un grupo de crios fuertemente armados con bocadillos, cocacolas y guarrerías mil a verla y les gustó cantidad.

Y aunque también es cierto es que era un programa doble, y la otra película era "Tiburón", la verdad es que yo no la había visto y me gustó INFINITAMENTE más que la lamentable basura que perpetró el cansiniiisimo sr. Jackson con un material tan cojonudo.

Que ése sí que es un producto de su tiempo...

El Bueno de Cuttlas dijo...

Buenas Enrique, a mi el Peter Jackson me parece un director muy sobrevalorado. Ya veo que tú tampoco le defiendes mucho. Desde luego querer hacer "King Kong" otra vez no me parece buena idea. Yo haría remakes de películas fallidas con buena historia, como "Los Inmortales" o "Alatriste".

Kong era un incomprendido.

Saludos

Enrique Hormigos dijo...

Hace poco escuché por ahí un comentario a propósito de Jackson y El Hobbit que aísla clinicamente la razón de mi aversión por este niñato de cheque en blanco: "Lo peor de la versión de Peter Jackson es que no deja nada a la imaginación".

El peor pecado mortal que puede cometer un director.

Y si no, que se lo pregunten a Lubitch, Wilder, Hawks, Walsh, Minelli, bla, bla, bla...