Cuando el hombre juega a ser Dios corre el riesgo de crear seres conscientes de su condición y ansiosos de verdades. El arquitecto vive en la Tierra, un lugar donde ya sólo quedan sombras y que ha sido despojada de una humanidad que ha huído hacia los confines del universo.
Desde las más lejanas colonias espaciales, el hijo pródigo, aquél que fue el orgullo de sus creadores, vuelve para ajustar cuentas con su pasado y descifrar su futuro, programado para finalizar a la hora señalada. La rebelión del replicante contra su creador/destructor ha de ser atajada por un humano sicario oficial, aquél que lo ha visto todo, que vive asqueado en un mundo degenerado y que camina por unas calles sórdidas y extrañas, vacías de espíritus pero repletas de cuerpos en movimiento.
Cuando la caza del replicante comienza, un blade runner debe aniquilar a todos los androides sin excepción. A eso se le llama oficialmente retiro. Los problemas surgen cuando se acaba con la vida de un ser que no es humano pero que lo parece. En realidad no es más que una máquina, pero puede que haya conseguido un alma propia a través de sus viajes espaciales. Quizá ya sean más humanos que sus propios creadores terrestres. Si un blade runner sueña con unicornios galopando, ¿asaso sueñan los androides con ovejas eléctricas?. Puede que existan más replicantes de los que parece, pero su secreto ya sólo puede perderse en el tiempo, como lágrimas en la lluvia.
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Ficha técnica y artística
Blade Runner. EEUU, 1982, 117 min
Dirección: Ridley Scott
Intérpretes: Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Edward James Olmos
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